jueves, 19 de julio de 2007

Resto de la casa

Ayer fue uno de esos días de buen rollo en la pista, donde lo de menos fue el resultado, así que no voy a hablar de puntuaciones sino de puntos, jugadas, insultos y demás acontecimientos graciosos.

Se jugaron dos partidos de aproximadamente una hora cada uno. En el primero, los Ironmen, formados por Javier Ironman y Jesús Máquina de Pádel barrieron de la pista a Miki y Juan. La cosa tuvo poca historia y lo único destacable es recordar que el fulano que iba dentro de Ironman se llamaba Tony Stark. La compenetración de la pareja Miki-Juan era casi inexistente (casi igual que jugando al Pro) y la calidad de los Ironmen decidía todos los puntos.

El segundo partido fue el bueno. Las parejas cambiaron, Jesús Máquina de Pádel se pasó con Juan y Los Sacamantecas (Miki y Javier Guti) formaron juntos. Desde el principio se vio que la cosa no iba a ser como antes. La pareja Jesús-Juan jugaba bastante mejor e intimidaba a esos dos abortos de desván que tenían como contrincantes. En declaraciones posteriores a este cronista, Juan aseguró que jugar con Jesús le resultaba más sencillo que hacerlo con Miki. Y es que con Jesús todo es más sencillo, sabe sacar de cada jugador su máximo rendimiento y formar parejas invencibles (La Pareja de Oro, La Pareja Espartana, Los Ironmen, joder, ¡si ha ganado hasta jugando con Leo!).

Dame una pala y los fundo a todos

Dicho todo esto, el primer set cayó del lado Miki-Javier, y el segundo, pero el tercero iba con ventaja de Juan-Jesús cuando ya era hora de irse. Miki y Javier sacaron ventaja del arma más poderosa de este deporte, la coña, y de los restos contra pared lateral que tras verse repetidos tantas veces aburrían al personal. Mientras, Jesús deleitaba al público que abarrotaba cualquier otro sitio con sus famosos "restos de la casa", que los rivales transformaban en poco originales burlas llamándole "Resto de la casa". Juanillo aumentaba poco a poco su nivel de juego, con muy buenos porcentajes de primeros servicios, y Jesús golpeaba y corría todo lo demás para sujetar a la pareja. Enfrente, dos pobres mentales que alternaban golpes de maestro (esos pases entre las piernas, ese globo cayendo a plomo cuya onda expansiva aturdió a los rivales) con cagadas más propias de su verdadera edad mental (no lo digo yo, lo dice el Brain Training). Para hacerse una idea de lo que golpeaba Jesús (líder en todas las estadísticas del partido: aces, golpes ganadores, bolas cagadas, dobles faltas, kilómetros recorridos, hostias contra la pared e insultos por minuto) baste decir que a una dejada imposible de Javier junto a la puerta llegó primero Jesús desde el otro lado de la pista que su compañero desde el lado corto, y que no pudo golpear la bola en condiciones porque fue enculado con ímpetu por Juan, que se disculpó porque iba corriendo (espero que valga como disculpa). Por si esto fuera poco, encima fue agredido por los rivales que le propinaron dos pelotazos en los huevos (el segundo bastante doloroso).

Así pues, aprovecho esta crónica para pedir perdón a Juan por mis infinitas cagadas, por la cantidad de bolas que le robé y las veces que lo intenté y fallé. Aun así dice que jugar conmigo es mejor que hacerlo con esos dos becarios del Team Rocket.


Acabado el intercambio de fantasmadas, pelotazos, hostias diversas y algún que otro punto en que se convirtió el partido, Miki quiso erigirse en Rey del Pádel. Pobre iluso, todavía tiene por encima al Káiser Máquina de Pádel. Javier, por otro lado, dice que fue el que más ganó, concediéndose un mérito que no se merece. Y Juan acabó contento, pero con el gusanillo de saber que podía haber hecho más.

Es probable que alguno de los picores de escroto que teníamos ayer como rivales critiquen este texto. Primero por subjetivo (excesivamente subjetivo) y segundo por el enorme protagonismo que me doy en el mismo. Que les den. Las reglas de las crónicas están claras, y ese par de analfabetos funcionales, que ni siquiera saben contar los puntos, no sabrían escribir un texto ni aunque lo plagiaran de un plagio de Ana Rosa Quintana. Además yo cumplo con lo que me pidieron: uno dijo que sacara sus golpes contra pared y que reprodujese los insultos, y ahí está todo, para su disfrute; el otro pidió que dijese que él había ganado todos los sets (ya está dicho) y que lo nombrara más, así que aquí lo tiene: Javier, Javier, Javier, Javier, Javier, Javier, etc. Ale, comemieldas, gutishache, ELLOS, disfrutad de esto con moderación que la semana que viene vuelven los partidos por todo la alto y las crónicas de verdad.

Dicho esto y tras este cúmulo de barbaridades que algunos todavía insisten en llamar crónica, llega el verdadero momento, en el que el mal llamado Rey del Pádel sufre la humillación general al publicarse el documento que demuestra que su título de Rey del Pro es todavía más inmerecido. El pasado domingo, EN SU CASA, CON SU CONSOLA (en la que echa más horas que un reloj), CON SU JUEGO Y JUGANDO CONTRA DOS PERSONAS QUE NO TIENEN LA PLAY NI JUEGAN AL PRO, el ex-Rey del Pro (y Juan) sufrió la vergüenza de perder por el escandaloso resultado de 1-5. Necesitará años de terapia para recuperarse de este palo. Muahahahahahaha.

Juass juas jur ja jaaj a aj muahahahha AU AU AU

viernes, 13 de julio de 2007

La salud es lo primero

El torneo de Wimbledon de este año nos ha enseñado una valiosa lección sobre el tenis, y casi por extensión sobre el pádel: los partidos no terminan hasta el último punto del último set. ¿Por qué digo esto? Porque técnicamente no me toca a mí hacer la crónica, ni siquiera habría que hacerla hasta no tener el partido terminado, pero juego con una panda de vagos, que ni cuentan los puntos, ni escriben dos frases, pero que quieren saber cómo va el partido y recocijarse al día siguiente con la narración de sus desventuras.

Ayer, bajo un sol de justicia que hizo mella en los jugadores, se disputó un emocionante partido. Hubo buenos puntos, muchos, muchos fallos, emoción, intriga y dolor de barriga (y no, no es una frase hecha).

En un lado de la pista, los Martínez, y en el otro Los Cuñados Ray-Ban, dispuestos a jugar. Como ahora mismo tengo mucho sueño y pocas ganas de escribir, seré breve. La clave del partido fueron los breaks: con juegos igualados que llegaban continuamente al deuce, el equipo que lograba un break se adjudicaba el set... salvo en el primer set, donde la pareja que mantenía su saque aseguraba el set. ¿A qué se debe tanta igualdad? Primero, al nivel exhibido, bastante alto desde hace un tiempo; y segundo, a la gran cantidad de imprecisiones, hecho que demuestran las estadísticas de dobles faltas y errores no forzados. Las bolas largas fueron la tónica habitual y los golpes en la red no eran definitivos (salvo un puñado de mates de Miki que no hacían más que dar por culo a los de la pista de al lado).

Con esta tónica, los sets se decantaban siempre por 6-2. El primero para los Martínez y los dos siguientes para Los Cuñados Ray-Ban. El comienzo del cuarto set resultaba favorable para los Martínez, que por primera vez ganaban sus saques con autoridad y presionaban el servicio de sus rivales. En ese momento, Víctor solicita su retirada aduciendo cansancio extremo y seguramente un principio de insolación.

Se podría haber intentado convencerle para al menos acabar el set, pero no queríamos que forzara la máquina y ser culpables de un posible cuñadicidio por inducción al juego de pádel extremo. Con un jugador matado, y los rivales achuchando, me aventuro a pronosticar que el set hubiese caído del lado de los Martínez, dejando el partido empatado y la polémica servida.

Entonces, Miki y Jesús cometieron la imprudencia de echar unos juegos face-to-face, porque después de todo, apenas hacía calor, apenas estaban cansados y apenas a Miki le dolía nada. Sin ánimo de ser subjetivo, el dominio del juego fue de Jesús, que sólo se cansaba recogiendo las bolas para que Miki sacara. Al final, con 5-5 tras un deuce eterno, Miki se lesiona (ya no se hacen jugadores como los de antes) y la cosa se termina. Los Cuñados ganan por 2-0, es decir, dos lisiados a cero, lo que les da derecho a jugar el año que viene la Champions League Padeliana de la Red de Hospitales Españoles.

Se puede intentar reanudar el partido otro día o dejar que Los Cuñados se regodeen con un triunfo (si es que así se le puede llamar) pírrico. Del mismo modo, los Ironmen Martínez (ya hay mote), puede meterse con la panda de mierdecillas que tienen como rivales, que no aguantan más de una hora jugando. Todo dentro del más correcto fair play, por supuesto, que el pádel es un deporte de caballeros (entonces, ¿qué narices hacemos nosotros jugando todas las semanas?).


FICHA

Ironmen Martínez (Jesús (D) - Javier (I)) vs Cuñados Ray-Ban (Víctor(D) - Miki(I)) suspendido con 6-2/2-6/2-6/2-2 (0-2 en la cuenta de lesionados)
C.T. Coslada, pista 3
Había gente antes de las 18h, eso sí que es jugar con calor, con un par.

Creo que se batió el récord de calor, 34-35 grados por lo menos.

jueves, 5 de julio de 2007

Partido en el infierno

Si hubiese que destacar algo del partido de ayer, probablemente lo primero que viniese a la cabeza sería el asfixiante calor que tuvimos que padecer. ¿Y qué? También los ciclistas, los esforzados de la ruta, ruedan durante horas bajo un sol de justicia, puerto arriba y puerto abajo. Y los propios tenistas, que saltan a las abrasadoras pistas de cemento o tierra batida en plena hora de la siesta. Así pues, unos míseros grados de más no podían echarnos atrás. Dicho todo esto, estaría cojonudo poder jugar a partir de las siete, pero no se pueden pillar pistas tan tarde.

Centrémonos ahora en lo que se vio en la pista, que fue mucho y bueno. Creo que no me equivoco al decir que fue el partido con mayor nivel técnico de los disputados hasta la fecha. Probablemente haya habido partido más emocionantes y con un marcador más ajustado y luchado, pero el juego desplegado hoy en la pista 4 del C.T. Coslada se encontraba a otra dimensión del visto en cualquiera de esos partidos que ahora puedan venir a la mente.

El juego giró completamente en torno a la red, con la volea, el globo y el mate como golpes fundamentales. Los golpes violentos desde el fondo de la pista, tan habituales hasta hoy, eran menos decisivos y cada vez se utilizaban menos. Esta forma de jugar es mucho más complicada, requiere mayor despliegue físico y se mezclan puntos con resoluciones rápidas con otros espectaculares, donde cada pareja tiene que intercambiar las posiciones una y otra vez. Salvo que el jugador tenga una gran técnica y precisión, pueda ejecutar precisos passing shots o jugar muy bien con la pared, el juego de fondo de la pista frente a este juego de red está en franca desventaja.

El partido, con este dinámico y relativamente novedoso estilo de juego (ya se había dejado entrever en algunos sets de los últimos partidos), resultó tremendamente igualado, con los cuatro jugadores dejándose la piel en esa caldera (literalmente) que era la pista. Hubo muchísimos puntos de break, hecho que demostró que, o bien no fue el día del saque, o que fue el día de los restadores. La clave residió en los juegos en los que una pareja lograba confirmar el break logrado en el juego anterior, ya que de esta manera dejaban el set encarrilado.

La Pareja Espartana llegó primero a la pista, y tras el eterno calentamiento de Miki, eligió lado. Jesús, que se las sabe todas, se colocó en el campo izquierdo, que no recibe el sol de cara y tiene sombra a partir de las siete. De esta manera, jugaban en el mejor campo en los juegos impares, que suelen ser los decisivos. La pareja AlJa (Álvaro y Javier) comenzó sacando, pero los espartanos empezaron a mostrar su agresivo juego desde el principio, poniendo un rápido 3-1 en el marcador. Álvaro se desesperaba y se dedicaba a pasar las bolas al otro campo a patadas: las bolas no pasaban, pero su zapatilla logró traspasar elegantemente los límites del campo para caer con delicadeza en la pista de al lado, mientras el descojone generalizado ponía la banda sonora al grácil vuelo zapatillil. La Pareja Espartana logró rentabilizar el break inicial, aprovechando el desconcierto de Álvaro, y aunque Javi salvaba lo que podía, no fue suficiente y el primer set cayó del lado espartano por 6-2.

En el segundo set, el AlJa quisó restablecer su orgullo herido y mostraron un juego más agresivo, imitando en cierto modo la táctica de su rival, a la vez que intentaban machacar físicamente a Miki. Los breaks eran casi continuos y la igualdad se reflejaba en el marcador. No obstante, una ruptura del servicio de Javi y la posterior consolidación de Miki, dejó al AlJa atrás con 5-3. Álvaro salvó su servicio a duras penas (ayer no fue su día del saque) poniendo el 5-4. Jesús, combinando saques paralelos al revés de Álvaro y saques cortados contra pared para Javi, solventó su servicio y permitió a La Pareja Espartana adjudicarse el set por 6-4.

Todo parecía rodado para los espartanos que tal vez por eso se confiaron en el tercer set. Se vio alguna frivolité de Miki (esa elegante forma de dejar pasar la bola entre las piernas para golpearla al volver), con numerosas cagadas de Jesús (muchos mates desaprovechados y alguna doble falta) y otras de Miki (esos restos fallidos). Con todo esto, y el ánimo de ver que podían dar la vuelta al partido, el AlJa siguió su línea ascendente y se adjudicó el set por 6-2. Álvaro estaba menos fallón, Javi devolvía bolas indevolvibles (toma palabro), y ambos colonizaron la red en esta manga, con la ventaja que ello supone .

El cuarto set fue sin duda el mejor del partido. Se mezcló la clase innata de los jugadores con la épica del calor y el cansancio (Miki le pidió a Jesús que corriera por él, que ya no podía). Era un momento crítico para los espartanos, que veían que un quinto set hubiera mandado a Miki al Hades, y se encontraban con un rival enfrente que venía desde atrás a toda velocidad con mucha moral y un juego dominador por momentos. Con la falta de fuelle ya no era posible mostrar tan a menudo la agresividad de sets anteriores, por lo que los espartanos optaron por potenciar más el globo. Jesús potenció su globo coñero, que se diferencia del resto de globos en que da siempre en el borde la pista, SIEMPRE, junto a la pared apurando al máximo. El AlJa se veía obligado a subir y bajar continuamente, y si encima te toca devolver globos coñeros, tu moral se va resquebrajando poquito a poco. Todo este esfuerzo les pasó factura, pues el set se había parecido en la evolución de la puntuación al segundo, llegando con un 4-4 y saque para Javi. Los juegos se habían desarrollado con gran igualdad, alcanzando casi siempre al deuce, incluso con los espartanos a remolque, teniendo que remontar con su saque 0-40 ó 15-40. Sin embargo, en el momento decisivo (siempre digo esto del "momento decisivo"), los espartanos supieron sacar fuerzas de flaqueza para lograr la ruptura en el saque de Javi. Tal vez fuese por ese plus competitivo espartano, por el derroche del AlJa durante el set o por la coña, pero el caso es que ahora La Pareja Espartana tenía 5-4 y el saque de Miki para ganar el partido. La lucha siguió, pero con 40-30, un globo de Álvaro daba en la pared lateral y el partido, el partidazo, había llegado a su fin. En ese momento, cuatro titanes, quemados por el sol, se desplomaron de cansancio sobre la pista.

Como quedaba tiempo, se jugó un quinto set para terminar la diversión. Pero, con Miki completamente muerto y Álvaro desconectado mentalmente, la cosa no dio para mucho. 5-1 espartano sin mucha historia.

Es al acabar el partido y se comenta el juego hasta llegar al coche cuando saltan las preguntas: ¿hubieran aguantado los espartanos un quinto set?, ¿y si se pudiera jugar más tarde?, ¿y si se hubiera sacado mejor?; si Luz Casal odia al perro de Heidi, ¿Luz es antiniebla?

Como recuerdo, Miki se llevó el trofeo del partido: una distinguida y estilizada botella de plástico, guardada en una cuidada y no menos elegante bolsa del Mercadona. Ya tiene algo de lo que presumir.

FICHA

La Pareja Espartana (Jesús (D) - Miki (I)) ganan a AlJa GFI (Álvaro(D) - Javi(I)) por 6-2/6-4/2-6/6-4/bonus-set 5-1
C.T. Coslada, pista 4
Ni el Tato en las pistas, ni en la calle, ni en ningún lado, al menos hasta las siete.

Joé qué caló hacía, menos de 33 grados seguro que no había.