martes, 31 de agosto de 2010

Haciendo el ridículo en la pista: momentos vergonzosos

En primer lugar, la ya clásica disculpa por el estado de semiabandono en que está esto. Como excusa pondré las vacaciones, las lesiones y la vagancia, no necesariamente en ese orden. Y si alguien pregunta por la Maratón, diré que toda la culpa es de Miki.

Ahora ya hablaré de pádel, como debe ser.

Los "momentos vergonzosos" son esos golpes que causan la risa involuntaria propia o ajena a la hora de realizarlos y que son más que habituales en los partidos. Los cometen desde el paquete primerizo al jugador experimentado, y generalmente hacen que el jugador que lo ha hecho quiera esconderse en el agujero más profundo mientras compañero y rivales se ríen, en otro ejemplo palpable de fair play y educación en la pista.

A continuación detallo los más habituales.

Espumillón. Podría poner directamente la definición del diccionario, pero me extenderé un poco. Suele referirse a ese proyecto de remate o volea alta que se da con el borde superior de la pala, haciendo que la bola salga disparada para arriba. Las causas son variadas: confianza, mala colocación, error en el timing, etcétera.
Bonus points. Los larguísimos segundos en los que la bola describe una trayectoria vertical altísima mientras gira sobre sí misma, ante la atenta mirada embobada de los cuatro jugadores. A más segundos, más vergüenza.
Contramedidas. A veces la bola de un espumillón logra pasar al otro lado, generalmente botando muy cerca de la red y al llevar efecto vuelve a la pista del golpeador, ante el descojono del personal por la inmensa coña.

Remate fantasma. Dícese de ese remate obvio que el jugador se dispone a realizar con todas sus fuerzas y que tras realizar un gesto técnico perfecto, no logra impactar a la bola de ninguna de las maneras.
Bonus points. La fuerza del remate, el grito previo y dejar el cuerpo clavado tras el lamentable remate le dan puntos de estilo y risas adicionales.
Contramedidas. Los jugadores habituados a los remates fantasma logran rehacerse rápidamente y golpear la bola normalmente tras el bote. Además, si el golpe es bueno pueden aprovecharse de las risas del rival y pillarlo desprevenido.

Remate en la red. Nuevamente está el remate, el golpe que más fallos provoca. El remate en la red es el clásico por antonomasia: rematar a medio metro de la red y que la bola se quede ahí.
Bonus points. Aumentan a medida que nos acercamos en la red. Hay veces que la gente se acerca tanto (sí, rozan la invasión) que para que se queden en la red hay que darles con efecto de retroceso. ¿Cómo se hace? Ni idea.
Contramedidas. Otra vez la coña al rescate: bola en la cinta de la red y que pasa al otro lado. La bola suele quedarse muerta y los rivales no se lo esperan nunca.

El demoledor. Otro remate en la red, generalmente facilón que se va contra la pared. Bueno, puede pasar, no es tan vergonzoso, pero aquí hablamos de un remate realizado con tantísima fuerza que seguramente de no haber pared, la bola se haría medio Camino de Santiago.
Bonus points. La animalidad del golpe, gritos, el tiempo y la expectación previa al remate, el ruido en la pared y las maldiciones previas.
Contramedidas. Que haya un ser humano entre la bola y la pared. De suceder eso, pueden ser sus últimos segundos de vida.

Dejadas. Otro clásico, la dejada obvia, hecha con estilo y mala leche que no pasa al otro lado.
Bonus points. Cuanto más cerca estemos de la red y menos se aleje la bola de nuestra pala, mayores decibelios alcanzarán las risas. Además, hacer una dejada suele implicar hacer un gesto a cámara lenta y dejarlo clavado, así que la cara de idiota puede ser legendaria.
Contramedidas. Si logramos una dejada lamentable que baile sobre la cinta antes de pasar al otro lado, tendremos la satisfacción de contar con el odio garantizado de nuestros rivales.

Contraparedes. Lo que más le gusta hacer a la gente cuando empieza a jugar al pádel es golpear contra la pared; es una manera de distanciarse del tenis, variar y parecerse al frontón, pero uno corre el riesgo de hacer el ridículo de varias maneras. A saber:
  • Golpeos fantasmas.
  • No llegar a la otra pista.
  • Pasarse de pista.
  • Dar a la valla en lugar de a la pared (también válido en los laterales, y en ese caso da bonus points, por flipado).
Estos pueden ser disculpables según el nivel del jugador y si el golpe es más o menos forzado, pero hay uno que asegura vergüenza perpetua y risas estruendosas, y no es otro que la combinación bola+pared+cuerpo.
Bonus points. Si el golpe en el cuerpo es cómico y tiene estilo (golpes en cara y/o genitales), será más recordado.
Contramedidas. No las hay. No hay escapatoria. Sólo queda aguantar el chaparrón y sonreír como un idiota.

El compañero, ese tocabolas. El pádel es un deporte de pareja, y como tal requiere de cierta comunicación. Cuando falla la comunicación llega el desastre y el despiporre: palazos al compañero, choques y pelotazos diversos.
Bonus points. Si existe química en la pista entre los compañeros, todo será más divertido. Los pelotazos en sus diferentes variantes (generalmente en la espalda) y los choques entre jugadores están entre lo más demandado.
Contramedidas. Que tu compañero se lo tome con filosofía y te la devuelva más adelante. ¿Que esto no compensa nada? Bueno, al menos quedáis en paz.

Chulería, chulería. No hay manera más grande de hacer el ridículo que intentar hacer algún golpe con clase, estilo, maestría, a lo Federer. Pero si sale mal quedas como un pringao y el cachondeo retumbará en tus oídos durante días. En esta categoría se incluyen prácticamente todos los golpes "poco ortodoxos": por la espalda, entre las piernas, de espaldas, etcétera.
Bonus points. Aunque no darla puede ser más o menos divertido, un impacto en la anatomía del chulito garantiza risas. La cantidad y calidad de las mismas dependerá de la zona de impacto, siendo las principales las siguientes (ordenadas de más a menos risa): genitales, alrededores de los genitales (incluye estómago), cara, cabeza, espalda y resto del cuerpo.
Contramedidas. Si acaso repetir la chulería y que salga, aunque dependerá de la vergüenza anterior y los bonus points acumulados.

Estos son los golpes (o "no-golpes") que más divierten al personal. No incluimos aquí los excesos verbales, owned, palitos, guerra psicológica y demás verborrea (lo que los yankis llaman trash talk).

¿Se os ocurre alguno más? Animaos a comentar, que uno tras tanto tiempo sin escribir sufre lagunas y seguro que se me ha olvidado algo.