miércoles, 14 de mayo de 2008

Retrospectiva de los jugadores del II Maratón

El tiempo pasa y nuestra memoria cada día es más débil. Hace apenas dos meses que se celebró el I Maratón, el II Maratón está a la vuelta de la esquina y ya ni nos acordamos de lo que pasó, de quién jugó bien o jugó mal...

No pasa nada, aquí estamos nosotros para rememorar aquella fresca tarde de marzo y explicar objetivamente cómo se desempeñó cada jugador. No es nuestra intención rehacer los perfiles, sino de complementarlos, porque no es lo mismo saber cómo juega un padelista que cómo compite.

Empezaremos por riguroso orden ascendente de clasificación.


No era a priori un jugador llamado a marcar diferencias. Sin embargo, durante unos minutos del segundo partido se mostró como un rival inexpugnable. La pareja que hacía con Miki ofrecía compenetración y buen balance robabolas-cedebolas. No obstante, la derrota en el primer partido le hizo mucho daño. Ahí se encontró abrumado, atenazado por la presión e incapaz de desplegar su juego, que aunque no es espectacular, siempre suele ser fiable. El tercer partido fue para olvidar, superado en todo momento por el juego agresivo de los Hermanísimos. En el Maratón su juego dependerá del apoyo que le preste su compañero.

Miki

Una de las decepciones del Maratón. Uno de los jugadores llamado a marcar diferencias que no logró mostrar todo su potencial. Le costó entrar en juego en el primer partido. Bregó y luchó en un segundo partido agónico y se desplomó en el tercero. Buscará sin duda resarcirse en este II Maratón. Tiene la ventaja de haber jugado como pareja con casi todos los contrincantes, aunque un emparejamiento con Pedro puede llevarle al desastre (es un caso de caracteres incompatibles).

Víctor

Aquí se da una curiosa paradoja: no terminó de jugar mal pero nunca logró llevar la manija de los partidos, tal y como se le supone a un jugador de su categoría. Logró una victoria sencilla contra un rival venido a menos pero se llevó dos derrotas consecutivas fuera de todo pronóstico. Injustamente votado como LVP (Less Valuable Player), está deseando la revancha en esta nueva edición del Maratón. Su ventaja es que logra compenetraciones rápidas con cualquier compañero.

José Carlos

Un jugador menos conocido por el resto de jugadores aunque se le presuponía clase. En cierto modo sufrió los mismos problemas que su compañero Víctor y le costó entrar en los partidos, dejando pocos destellos de su calidad. Su rendimiento en este nuevo torneo se plantea como una nueva incógnita porque tendrá altas probabilidades de no jugar con su pareja habitual.

Javier

Formaba junto con Pedro la pareja a priori más potente pero a la vez la menos compenetrada, puesto que no habían jugado juntos nunca. Esto se notó en el primer partido y en gran parte del segundo. De repente, como si hubiera visto la luz, empezó a jugar, remontó su partido y ganó con suficiencia el tercero. Su hándicap será la poca frecuencia con la que juega pero cualquier pareja que forme será bastante potente.

Pedro

Todo lo dicho para Javier se aplica también a Pedro aunque él sí juega a menudo. Mostró su mejor juego en la recta final y estuvo a un set de llevarse el torneo. Sus grandes inconvenientes para este maratón será la falta de compenetración que tendrá con algunas posibles parejas o el desastre que podría ser que le tocara jugar con Miki (duelo de egos).

Jesús

Uno de los pocos jugadores que pudo desplegar su juego. Logró una victoria psicológica en el primer encuentro y logró mantener concentrado a su compañero (a base de broncas) en casi todo el maratón. Ganó el MVP sin amañar la encuesta y para el nuevo torneo tendrá la ventaja de haber jugado con casi todos los participantes. Ha jugado casi tanto a la izquierda como a la derecha, lo que le da una versatilidad que puede ser clave en loterías como la que se plantea en este nuevo torneo.

Alberto

La gran sorpresa. Se trata de un jugador algo irregular y generalmente poco espectacular, pero aquella tarde, durante cuatro mágicas horas, supo interpretar el juego como pocos, controló la presión y se impuso a rivales superiores sobre el papel. Como los grandes competidores, se creció en los momentos donde el brazo se acorta y el miedo nubla el entendimiento. Su problema en el maratón será la compenetración con su pareja, pues casi siempre ha jugado con Jesús. Pero con competidores como éste nunca se sabe.

Como se puede ver, hay demasiados jugadores que tienen que lavar su imagen, a los que les escuece no tener en sus vitrinas el trofeo de campeón y que irán con el cuchillo entre los dientes a darlo todo. Pero es que por otro lado hay campeones que buscan revalidar un título, que saben que son los rivales a batir.
Por si esto fuera poco, el sorteo de parejas puede llevar a enfrentamientos entre parejas habituales o mezclas de juego inusuales.

Mierda. Que empiece ya.

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