sábado, 24 de noviembre de 2007

Invention

Otra mañana de sábado, nuevo partido de pádel. Con frío, sin acostumbrarse todavía al contraste sol-sombra, pero con ganas enormes de jugar.

La cada vez más consolidada pareja Alberto-Jesús se enfrentaba a una casi inédita Javier-Álvaro. Javier lleva una temporada a un gran alto nivel, mientras que Álvaro se recupera de una larga inactividad.

El partido comenzó un poco tarde debido al retraso (esas sábanas) de Álvaro, lo que le impidió calentar adecuadamente, cosa que se notó en el primer set. Alberto y Jesús intercambiaron sus posiciones clásicas y empezaron con mucha fuerza, mientras sus rivales, al sol, sufrían un gran número de errores no forzados y perdían casi todos los puntos largos. Un set sin mucha historia que acabó con un 6-3 para Alberto y Jesús.

El segundo set parecía más de lo mismo. Pese a jugar al sol, Alberto y Jesús no mostraban fisuras en su juego y sus rivales comenzaban a desesperarse, ya que ni siquiera el ruin
padelaccio les resultaba efectivo. El partido estaba 5-1, con saque de Javier y 30-40 en el marcador. Parecía otro set sencillo, y más viendo cómo Alberto remataba con furia una volea ganadora y parecía adjudicarse el set. Pero alguien gritó:
"INVASIÓN"

"¿Cómorrrrr? ¿Invasión? ¿Con una volea a metro y medio de la red? ¡Anda ya!"

Comienzan las discusiones. No son triviales. Estamos hablando de un punto de set para ponerse 2-0 en el marcador. Al final, Alberto y Jesús en un dignificante ejemplo de juego limpio, deciden que se repita al punto, aun a sabiendas de que tenían toda la razón (más que una "invasión" era una "invention" de Javier), confiando en que, con 5-1, el set no tardará en caer de su lado.

Grave error. En la repetición del punto, Álvaro fuerza el
deuce con un coñero punto que golpea en la red. Posteriormente, tras un largo desempate, se llevan el juego. 5-2. Esta victoria supone una inyección de moral para Álvaro y Javier. Llega la metamorfosis: la pareja fallona y poco compenetrada se transforma en una máquina de pádel ante los ojos atónitos de sus rivales. El AlJa se agarra a la pista, lo volean todo, desde el aire o desde el suelo, vuelve el padelaccio y la lucha a cara de perro: son las Ladillas de la Moqueta. El partido se pone 5-5 y comienza la lenta lucha por el set.
En los siguientes juegos, la pareja AlJa contaba casi siempre con la ventaja del marcador, bien fuese tras lograr un
break o mantener su saque, mientras que Jesús y Alberto tenían toda la presión de pelear contracorriente un set que tenían ganado (y que ya habían ganado moralmente). El AlJe tuvo varias bolas de set en contra, momentos verdaderamente críticos, de esos no aptos para novatos. Si el partido hubiera sido una peli de médicos, el AlJe hubiera recibido varias descargas para revivir su agotado corazón. Concretamente hubo una bola (no de set) de Álvaro que se iba claramente fuera y que Alberto no tuvo mejor idea que dejarla pasar dando un salto para que pasara entre sus piernas, ¡a metro y medio de altura! Lo dicho, el AlJe estaba atacado de los nervios y de la cabeza.
El juego decisorio, el de la ruleta rusa fue en el que el AlJa tenía ventaja 9-8 en el marcador. Saque de Jesús. La cosa no empieza bien para el AlJe que se encuentra con un 0-40 y tres bolas de set. Tensión infinita en la pista. La maquinita del paciente lleva un rato mostrando una línea recta y emitiendo un molesto PIIIIIIIII. No hay reanimación que valga. O eso es lo que pensaba el AlJa. Dos buenos saques de Jesús, casi dos
aces, ponen el 30-40 e introducen la duda en el cerebro de Javier y Álvaro. Malas noticias para ellos: la red, que les había dado tantos puntos (quince por lo menos y no exagero), ahora se muestra esquiva y no les da ese punto que tanto necesitan. El AlJe logra el deuce y empata no sin problemas el partido. Empatar el partido supone romper el bloqueo mental del AlJe, bloqueo que se traslada al otro lado de la pista. Javier pierde su saque de manera extrañamente rápida tras los larguísimos juegos anteriores, y luego Alberto remata el set con su saque. 11-9, se ha hecho justicia.

El tercer set ya tuvo tanta poca historia como el primero. El cansancio (físico y mental) hizo mella en todos los jugadores, estando el AlJa bastante castigado moralmente por su derrota en el segundo set. El AlJe ganó con suficiencia y sin alardes por 6-4.

Al final, como todavía quedaban diez minutos, se siguió jugando por con un componente pachanga muy notable. Destacable el Remate Rana de Alberto, consistente en perder un punto rematando una bola normal, a un metro de altura más o menos. ¿Que cómo se hace? Pues obviamente mal... y en cuclillas. Añade este golpe a su repertorio, junto con el mate a ojos cerrados y la volea a dos manos (una en la empuñadora y otra en el reverso de la pala, al estilo pandereta).


Esquema del Remate Rana de Alberto (jugador en cuclillas).
Se muestra la trayectoria que describe la bola y la referencia de la altura de la red.


FICHA

A quien madruga Dios le ayuda (Alberto (D) - Jesús (I)) vence a No por mucho madrugar, amanece más temprano (Álvaro (D) - Javier (I)) por 6-3/11-9/6-4.

C.T. Coslada, pista 3.

Ambiente desangelado en las pistas.

Fresca mañana soleada de noviembre. Unos 9 grados, con viento fuertecillo que aumentaba la sensación de frío.

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