La semana pasada se produjo un extraño fenómeno: era tal la avalancha de jugadores disponibles, que no había dos sino tres parejas para jugar. Como nadie quiere perderse un buen partido y tampoco era plan de excluir a nadie, se organizó un triangular de nivel. Las parejas en liza eran:
- Javier y Jesús. Hermanos y padelistas.
- Pedro y Álvaro. New Kids on the Court.
- Miki y Víctor. Roman Power.
Lo sé, los motes son ridículos (como casi todos los que aparecen por aquí) pero por una vez no son todos míos.
La dinámica del triangular era sencilla: partiendo del clásico Rey de la pista, se jugaba al mejor de cinco juegos, empezaba sacando el equipo al sol (¿Por qué? Véase crónica anterior) y en cada nuevo partido, el equipo jugaba en el campo contrario al que había jugado en el enfrentamiento anterior con el mismo rival. Un lío, pero una vez en juego la cosa iba fina.
Empezaron jugando Pedro y Álvaro (sol) contra Miki y Víctor (sombra) con victoria para los primeros. Luego Javier y Jesús dominaron durante tres partidos, dejando paso luego a Miki y Víctor...
Y hasta aquí puedo contar.
No es que quiera ocultar una horrible humillación ni que sufra un ataque de amnesia, lo que pasa que en ese momento estaba incubando una gripe que me tenía con un dolor de cabeza y muscular considerable. Tras jugar los primeros partidos me llegaron los mareos y me sentí incapaz de jugar. Quisiera contar más de lo que sucedió, pero la siguiente hora y cuarto me la pasé tumbado al sol con muy mala cara (o al menos eso me dijeron).
Al final hubo tiempo para las bromas y las fotos de recuerdo que se colgarán por aquí un día de estos cuando me lleguen por correo.
Sólo me queda agradecer a Miki que me llevara a casa (cosa arriesgada en mi estado).
La experiencia del triangular es interesante, habrá que repetirla cuando todos estamos sanos y al 100%.
La dinámica del triangular era sencilla: partiendo del clásico Rey de la pista, se jugaba al mejor de cinco juegos, empezaba sacando el equipo al sol (¿Por qué? Véase crónica anterior) y en cada nuevo partido, el equipo jugaba en el campo contrario al que había jugado en el enfrentamiento anterior con el mismo rival. Un lío, pero una vez en juego la cosa iba fina.
Empezaron jugando Pedro y Álvaro (sol) contra Miki y Víctor (sombra) con victoria para los primeros. Luego Javier y Jesús dominaron durante tres partidos, dejando paso luego a Miki y Víctor...
Y hasta aquí puedo contar.
No es que quiera ocultar una horrible humillación ni que sufra un ataque de amnesia, lo que pasa que en ese momento estaba incubando una gripe que me tenía con un dolor de cabeza y muscular considerable. Tras jugar los primeros partidos me llegaron los mareos y me sentí incapaz de jugar. Quisiera contar más de lo que sucedió, pero la siguiente hora y cuarto me la pasé tumbado al sol con muy mala cara (o al menos eso me dijeron).
Al final hubo tiempo para las bromas y las fotos de recuerdo que se colgarán por aquí un día de estos cuando me lleguen por correo.
Sólo me queda agradecer a Miki que me llevara a casa (cosa arriesgada en mi estado).
La experiencia del triangular es interesante, habrá que repetirla cuando todos estamos sanos y al 100%.
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