lunes, 20 de agosto de 2007

Primer partido de pretemporada

Que nadie se lleve a engaño por el título de la crónica. Leer "pretemporada" puede dar la falsa idea de que el partido fue una pachanga, que no había tensión competitiva, emoción o motivación por parte de los jugadores. Ni mucho menos. Lo visto ayer en la Hípica de Alcalá permite albergar muchas esperanzas de cara a la nueva temporada.

La Pareja Espartana (ayer Pareja Romana) tuvo enfrente a Víctor y José Carlos (JC para abreviar, que escribir un lunes es muy duro) "El Mejoreño", unos rivales compenetrados y no exentos de calidad. Un duro rival para el primer partido tras unas vacaciones de excesos que se vieron reflejados en la pista.

Pese a tener todavía las vacaciones en la cabeza, los cuatro jugadores se emplearon a fondo. Cierto es que había detalles que evidenciaban que no se encontraban al cien por cien de sus posibilidades, físicas y mentales: fallos incomprensibles, falta de ritmo en algunos peloteos, descoordinación en los movimientos por la pista y algunas lagunas de concentración. Fallos que deben subsanarse rápidamente por parte espartana, de cara a su inminente duelo del jueves contra el rocoso GFI Team.

Por si la propia motivación del pádel no fuera suficiente, ayer había en juego algo más importante que el honor o la gloria misma de la victoria y la consiguiente humillación del rival: el perdedor tendría que invitar al ganador a unos refrigerios, ideales para recuperar el agua y las sales perdidas por el esfuerzo.

El saque inicial cayó del lado romano. Jesús, como si el arroz con bogavante (qué arroz, por favor) no hubiera pasado (repetidamente) por su estómago, siguió mostrando mucha solidez con su servicio. Parecía que la fuerza espartana no se había apagado durante estos días, mientras que sus rivales todavía intentaban asentarse en la pista. Con un 4-1 inicial querían encarrilar el partido. No obstante, tras el empujón inicial, comenzaron las imprecisiones. Miki se mostraba sólido en el fondo y fallón en la red, justo lo contrario que Jesús, mientras Víctor y JC empezaban a encontrar huecos y a mover a sus rivales. Un break al saque de Miki dejaba las cosas en un inquietante 4-3. Afortunadamente para los romanos Rómulo y Remo, la cosa no pasó a mayores, pues el saque de Jesús y el break posterior les dieron el set por 6-3.

El segundo set comenzó igual que el primero. Tal era el dominio espartano-romano (qué lío) que no contentos que apalizar al rival, decidieron apalizarse entre ellos. En un globo franco para el remate de Jesús, Miki decidió que la bola también era suya y, obviando que su compañero había pedido la bola y tenía la posición ganada, se aventuró al mate. Claro está, delante no tenía la bola sino la cabeza de su compañero que recibió una inmerecida ración de pala. Este sobresalto enganchó de nuevo a Víctor y JC al partido que, pese a ir a remolque, no perdían las esperanzas y seguían con su juego, cada vez más consistente y donde no daban una bola por perdida. Del 3-1 romano, se pasó al 4-3, luego al 5-3, de ahí al 5-4 y Miki, con su saque en un disputado juego ponía el 6-4. Los romanos seguían por delante pero cada vez con más dificultades y con más fallos, frente a un rival que se entonaba.

En el tercer set cambiaron las tornas. Víctor y JC lograron consolidar por fin su juego, logrando el break al saque de Jesús y poniendo un esperanzador (para ellos) 0-3 en el parcial. JC devolvía todo y encontraba huecos imposibles, mientras Víctor había logrado gran regularidad en su juego. Ante este contratiempo y la posibilidad de perder las Coca-Colas, los romanos tuvieron que apretar los dientes. Miki salvó su saque y un break al saque de JC con su posterior confirmación por parte de Jesús devolvió la igualdad al marcador. Parecía que los espartanos habían vuelto al partido, pero de repente un nuevo contratiempo. Bola profunda que Jesús se dispone a devolver de contrapared, arma el brazo para un golpe fuerte, de repente Miki decide que también puede dar a la bola y se cruza inexplicablemente, recibiendo extra de pala con doble de dolor en la pierna. Un golpe violentísimo que podría haber acabado perfectamente con trocitos de pala y de pierna desparramados por la moqueta de la pista. Afortunadamente, la pala de Jesús es buena y la pierna de Miki hace justicia a la fama espartana.
Con un jugador algo (bastante) renqueante y el susto del momento, Víctor y JC supieron aprovechar el desconcierto y se pusieron 5-3. Eran momentos de gran tensión, con refrescos de por medio. Los espartanos logran un break relativamente sencillo al saque de JC y ponen el 5-4 con saque para Jesús. Parece que la cosa se encarrila, pero la conexión alcalaíno-mejoreña pone un casi mortal 0-40. Momento crítico en pista, gran emoción a ambos lados y fuera, donde Nuria, espectadora desde mediado el segundo set, sigue con atención el desarrollo de los acontecimientos. Para qué negarlo: los romanos estaban cagados. Pero es en estos momentos donde entra en juego algo que no se pierde ni se resiente en vacaciones: la clase y la casta de campeones. Con unos buenos saques y unos golpes donde no tembló el pulso, los espartanos superaron a sus miedos y luego a sus rivales, empatando, primero el juego y luego el set, en una mini-remontada que debería figurar en alguna enciclopedia o libro de historia (me estoy pasando, lo sé, pero es que había refrigerio de por medio).
La remontada fue un golpe de mano que minó la crecida moral de Víctor y JC. Pese a todo, en el siguiente juego pusieron toda su calidad en pista. Los romanos no iban a ser menos y así se vio un juego emocionantísimo con largos peloteos, repetidos mates (todo por no mandar la bola fuera de la pista), voleas imposibles, rebozados por la pista y amagos de pelotazos. Se podría decir que el juego fue una condensación de todo el partido, y como tal resumen cayó del lado espartano. Con 6-5 y el saque de Miki casi se avecinaba la victoria romana. La bola olía a Coca-Cola, las voleas a mosto, los globos recordaban esas fantas y los saques traían las cervecitas a la memoria. Sin más historia y con tanta motivación, el set (y el partido) se finiquitaron con 7-5. Felicitaciones, apretones de mano y pelotazos (me lo merecía) para acabar el partido. Nuevamente fair-play en un deporte de caballeros.

A continuación entró Nuria por JC y comenzó una lefty-pachanga, que traducido al cristiano se resume en hacer el gañán jugando con la mano izquierda. Pese a lo que pudiera parecer, hubo más nivel del previsto y la cosa estuvo más que graciosa. De aquí destacamos, aparte de las posturas imposibles de los jugadores al golpear de revés, un brutal choque de palas entre Miki, que quería golpear de contrapared, y Jesús, que decidió lo contrario (¿o fue al revés?). Definitivamente a estos dos sólo les faltó estrellar los coches al salir para redondear la jornada.

A las 21h comenzaron las excusas. Víctor alegó no-sé-qué incomprensible para salir pitando y JC se pegó al móvil como si fuera un ejecutivo, para huir también con cierta velocidad. Todo para escaquearse de la apuesta. No pasa nada, han dado su palabra y el pádel es un deporte noble. En Coslada no olvidamos.


FICHA

La Pareja Espartano-Romana (Jesús Rómulo (D) - Miki Remo (I)) vence a La Conexión Alcalaíno-Mejoreña (José Carlos (D) - Víctor (I)) por 6-3/6-4/7-5.

Hípica. Alcalá de Henares, pista 1 (¿o era la 2?, poco importa).

Nuria de animosa espectadora mediado el segundo set.

Poco calor, con viento que se fue haciendo más molesto a medida que avanzaba el partido. No creo que se llegara a los 30 grados.

1 comentario:

  1. Muy buena la crónica Jesús. ¿Se notó mucho el escaqueo? jeje. Ya os invitaré a unos "refrigerios" en mi casa al término de algún partido mientras me desquito apalizándos al PRO. Salu2!

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