sábado, 29 de noviembre de 2008

The show must go on

Partido muy esperado el que se disputó ayer en las pistas del C.T. Coslada. Numerosas novedades, como el estreno de pala de Álvaro, el pique habitual de Javier Lloronso o la mejora en el juego de Alberto. Lo único que podía deslucir el encuentro era el frío que amenazaba con atenazar el juego de estos cuatro grandes padelistas.

Estado de la red durante la disputa del encuentro

Álvaro se presentó con su flamante Aerogel y una sudadera de Argentina. La analogía estaba hecha: en un lado un potente equipo argentino, con un bocazas similar a Del Pony, y en el otro, un equipo español por el que nadie daba un duro, ya que habían quedado los últimos del maratón (dato que sus rivales se encargaban habitualmente de recordárselo).

Si tenemos que destacar a algún jugador es sin duda a Alberto, que muestra una gran mejoría ahora que disputa al menos un partido por semana. Ayer bordeó la delgada línea que separa la coña de la genialidad. Digo esto porque ofreció numerosos golpes imposibles, dignos de los más grandes maestros del pádel, entre los que luego intercalaba fallos tan garrafales que harían llorar al Niño Jesús.
Su compañero Jesús estuvo correcto aunque bastante fallón. Al menos sujetó a la pareja durante las lagunas mentales que suelen aparecer en el juego de Alberto.

En el otro lado Álvaro se mostró muy confiado con su nueva Aerogel. Fue de más a menos, hecho también propiciado por unas molestias que le surgieron en los dedos de los pies. Sin duda es el jugador que menos necesita jugar para encontrar su "puntito" de juego. En cuanto pierda el miedo a rascar la pala fallará bastante menos.
Javier estuvo en los primeros sets solvente pero no brillante. En cuanto vio que el partido se le iba de las manos entró en modo Lloronso, protestando lo improtestable. No hay partido que no termine llorando.

El partido fue bastante igualado, con numerosos breaks que iban y venían. El primer set fue sin duda el "Show de Alberto", con golpes imposibles ante la incredulidad y el descojone de compañeros y rivales. Bueno, los rivales dejaron de reírse cuando Alberto les sacudió sendos pelotazos que les dejaron calientes para el resto del día. A destacar el golpe "Estrella de mar", con Alberto tirado en el suelo, sus extremidades completamente estiradas y golpeando la bola sin saber muy bien cómo. Álvaro y Javier opusieron resistencia durante muchos juegos pero les faltó solvencia en los momentos clave: 9-7.

El segundo set fue más de lo mismo. Segundo acto del "Show de Alberto", con robabolismo incluido, vivir para ver. Aun así fue bastante igualado: Javier y Álvaro castigaban los errores de Alberto (los que intercalaba con sus genialidades, como los passing globo que hacían maldecir al contrario) y Jesús hacía lo que podía. Con 4-4, la fortaleza mental y la experiencia en este tipo de situaciones de Alberto y Jesús les dieron la ventaja definitiva: 6-4.

Javier y Alberto no querían que se les escapara el partido. En el tercer set aprovecharon el típico empanamiento mental de sus oponentes, sobre todo de Alberto (descanso de su show). Álvaro se había calentado, se había despojado de su sudadera del "Chucho" Acasuso, Javier sacaba con malicia y Jesús se desesperaba ante el aumento de cagadas no forzadas de Alberto. A esto se sumaba un amago de subida de gemelos de Jesús ante un golpe forzado. Pese a todo la igualdad en el juego seguía patente y no fue hasta el break con 4-4 donde lograron acortar el marcador: 4-6.

El final del tercer set se había convertido en el "Show de los llorones" (día de shows, ¿eh?). Empezaron a protestar invasiones inexistentes, la puntuación, toques en la muñeca, en la cabeza, etcétera. Demasiada marrullería, necesitaban la confusión. Lo peor es que lo único que hicieron fue estimular a unos rivales que estaban pasando su peor momento. ¿Su motivación? Contar las trampas en esta crónica. Y para eso tenían que ganar. 5-0 de entrada en el tercer set. Apenas dos juegos más para los "argentinos", 6-2 y partido para Alberto y Jesús.

Con veinte minutos por delante y un pique enorme, Álvaro y Javier pretendían ganar un set de propina con la lamentable intención de decir luego "éste es el de verdad" o "éste vale por cuatro". Con dos breaks iniciales se pusieron 3-0 y alimentaron sus esperanzas de conseguir un "rosco" que limpiara su honor tras la derrota. Pero Alberto y Jesús no estaban por la labor y empezaron a oponer resistencia, poco a poco, hasta llegar al 5-3 con saque para Javier. Con el tiempo en contra, Álvaro y Javier sacaban a toda pastilla, sin dejar al restador que se colocara. Una táctica muy sucia, pero que culminaba su exhibición de piques y lloros. Al final, tirando de casta, Alberto y Jesús culminaron la remontada ante la desesperación de sus rivales.

Gran partido, con emoción y lucha, que tendrá que repetirse en próximas fechas, como preparación ante el inminente maratón.

FICHA

España (Jesús(D) - Alberto(I)) vence a Argentina (Álvaro "Chucho" Acasuso(D) - Javier Del Orto(I)) por 9-7/6-4/4-6/6-2 y quinto de propina por 7-5.

C.T. Coslada, pista 2.

Bastante frío y viento muy molesto, rondando los cinco grados.

Man of the match: Alberto.

miércoles, 26 de noviembre de 2008

Buscando fecha para el IV Maratón

Sí, ya está aquí, parece que el último maratón fue ayer pero dentro de nada hará dos meses.

Tenemos en Tailandia a uno de los campeones, así que vamos a tener el detalle de esperar a que venga y supere el jet-lag, de ahí que hasta mediados de diciembre no se pueda jugar.

Podéis votar en el siguiente enlace:

miércoles, 19 de noviembre de 2008

El dolor de la derrota

Hay que reconocerlo: a todo el mundo le fastidia perder. No importa que sea un partido amistoso o la final de un torneo: perder no mola. ¿Y por qué? Pues porque cuando se ha ganado uno busca repetir esa sensación, y ver al contrario celebrar algo que uno buscaba con ansia no resulta del todo agradable. Los rollos esos de "lo importante es participar" o "es bueno ser regular" no son más que patrañas para minimizar el dolor de la derrota. Discursos de losers que pronto se olvidan cuando se gana. ¿O es que alguna vez hemos escuchado a alguien desde lo alto de un podio decir que lo importante era participar y no ganar? Amos anda.

Bueno, ser el número 2 no está tan mal, ¿no?

¿Y a qué viene todo esto? Pues tal vez fuese porque después de ver cómo se dejaban la piel en la pista los cuatro jugadores, uno podría pensar que allí estaba en juego algo más que la honrilla de ganar un simple partido-pachanga de sábado por la tarde. ¿Acaso había piques? Bueno, no más de los habituales, que ya son más que de sobra conocidos por los ¿lectores? habituales de estas crónicas. Si acaso un cierto ánimo de revancha, ya que eran los mismos de la semana anterior: Martínez vs Renault F1 Team.

El Renault quería vengar la humillación de ser derrotados ante un rivales en clara inferioridad física (uno de ellos medio cojo) y pretendían emplearse a fondo. Desafortunadamente para ellos en los dos primeros sets estuvieron a merced de los Martínez. Ambos sets llegaron con igualdad al 4-4 y ahí los Martínez tiraron de oficio y serenidad para hacer el break de rigor, llevarse el set y dejar con (más) cara de tontos a Javier y Alberto.
Por si esto fuera poco, Jesús comenzó el partido con molestias (una vez más) ya que le estaba saliendo una de las muelas del juicio (supongo que porque carece de él). Su compañero Carmelo no estuvo durante el encuentro tan solvente como en jornadas anteriores. En el otro lado, Javier continuó su actuación lloronsa de la semana anterior mientras Alberto siguió creciendo en su juego. Se nota que jugar dos partidos por semana le está beneficiando, y mejora su repertorio de golpes, sobre todo con el saque.

El tercer set parecía más de lo mismo cuando se llegó al 4-4. La diferencia es que Carmelo estaba ya demasiado cansado y a Jesús el dolor de la boca se le subía a la cabeza, proporcionando jugadas inverosímiles (para lo bueno y para lo malo). En el otro lado Alberto era el que sostenía a un equipo en el que Javier confía demasiado en un juego que se lee a la legua. Por suerte para ellos aprovecharon el único momento de debilidad de los Martínez para lograr el break y alimentar sus esperanzas.
El dato anecdótico de este set (¿o fue en otro?) fue un violento golpe... ¿violento? no, violentísimo golpe de Javier que iba directo a Marte o tal vez algo más lejos. La mala suerte era que la traquea de Jesús se encontraba en la trayectoria entre la bola y Marte, con el riesgo que conllevaba. Afortunadamente para todos Jesús tiró de reflejos para ¿apartarse? Noooo, para poner la pala e intentar volear el misil, con un par. Tal era la fuerza y velocidad de la bola que simplemente poniendo la pala la bola salió volando por encima de la valla lateral, logrando así Javier un viaje con todos los gastos pagados al aparcamiento.

Comenzaba el cuarto set. El Renault F1 Team tenía esperanzas de remontar. Quedaban tres cuartos de hora y se veían capaces de ganar fácilmente los dos sets restantes ante un rival desconcertado. Pobres ilusos. Carmelo y Jesús trazaron un juego calmado pero agresivo (no padelaccio) y lo llevaron de nuevo hasta su terreno favorito: el 4-4. El problema es que la cabeza ya no respondía al cuerpo y el tema se alargó hasta el 5-5, el 6-6, el 7-7... con juegos de varios deuces y sin romper el saque. Quedaban diez minutos y a lo único que aspiraban era a acabar el set, unos para ganar el partido, otros para empatarlo y endulzar su discurso de derrota (ya se sabe, lo de "hemos empatado", aunque se vayan sin lograr sin ansiada revancha). Fueron juegos agónicos, de puntos largos, cagones, de brazos encogidos. Normalmente el que saca la cabeza, el que arriesga un poco y es atrevido logra esa diferencia que da la victoria. Nadie hizo eso. Y el tema se alargó. Los Martínez lograron un break con 10-10 y parecía hecho, pero Jesús, que había ganado todos sus saques, la cagó miserablemente. La hora y la llegada de los siguientes jugadores desconectaron mentalmente al Renault F1 Team y se dejaron clavar otro break definitivo. No había tiempo para más. El set era para los Martínez.

El Renault F1 Team puede llorar y decir que no se terminó, que estaban a punto de empatar y bla bla bla. Con los números en la mano perdieron, por eso escribo yo esta crónica. Venían a por la revancha y se llevaron otra derrota en el padelero. No pasa nada, este sábado tienen otra oportunidad para resarcirse o hundirse definitivamente en el fango de la dolorosa derrota, una vez más.


FICHA

Los Martínez (Jesús(D) - Carmelo(I)) vencen a Renault F1 Team (Javier Lloronso(D) - Albertinho Piquet(I)) por 6-4/6-4/5-7/12-11

C.T. Coslada, pista 3

Tarde soleada y agradable. Unos 15 grados.

viernes, 7 de noviembre de 2008

Yes, we can


Tras un largo paréntesis (lluvia, Catanes, incompatibilidad de horarios, cumpleaños, etcétera, etcétera) se reanudan los partidos y con ellos las crónicas.

Esta viernes se enfrentaron por un lado, los Martínez, padre (en sustitución del convaleciente Álvaro) e hijo (mayor), y por el otro el Renault F1 Team (luego se verá por qué), formado por Alberto y Javier.

El Renault venía muy crecido por el bajo nivel mostrado por sus rivales en las últimas fechas y se las prometían muy felices. Jesús quería demostrar que no estaba acabado como apuntaban las encuestas y se decidió a emplearse desde el primer momento.

El primer set fue relativamente parejo. Los Martínez llevaban el peso y los breaks, pero nunca lograban concretar su ventaja. Jesús poco a poco soltaba las dudas y con ellas el brazo pero sus rivales seguían a rebufo. Con 5-5, los Martínez lograron una ruptura clave sobre el saque de Alberto y se adjudicaron el set.

Se las prometían felices los Martínez con un juego que crecía poco a poco. Carmelo se mostraba agresivo en la red y con movilidad, mientras que Jesús movía a los rivales y definía como en él es habitual. Javier y Alberto esperaban agazapados su oportunidad... y les llegó, aunque no de la mejor manera.
Segundo set, 2-1 y ventaja para el Renault al saque de Carmelo. Globo que volea de revés Jesús en un escorzo, cuando se desploma en el suelo con gritos de dolor. El punto sigue y el Renault logra el break. No es nada grave: se le ha subido el gemelo. El problema es que el resto de jugadores no logran bajárselo adecuadamente. Después de cinco minutos se reanuda el juego. Jesús puede andar pero se muestra inseguro, le duele el gemelo y no corre. El set es un paseo militar para el Renault F1, que sin complicaciones lo solventa por 6-1.

Carmelo y Jesús ultiman la táctica para lo que queda de partido. En el segundo set Carmelo ha intentado ejercer de robabolas pero los resultados son nefastos. Conclusión: se jugará desde el fondo de la pista, defensivamente y sin forzarse. El grito de guerra es "Yes, we can!". Mierda, si un negro ha llegado a la Casa Blanca, un cojo y su padre pueden ganar al pádel a un par de jóvenes descarados.
Y la táctica funciona. Carmelo pone la bola en juego y Jesús martillea desde el fondo buscando golpes imposibles. Poco a poco gana en confianza y obliga a sus rivales a replegarse, sorprendidos ante la resistencia del cojo, que corre lastimosamente por la pista arrastrando la pierna como un perro con tres patas. Los Martínez devuelven el 6-1 y se ponen por delante.

Incapaces de ganar por juego, el Renault F1 Team comienza el I+D del pádel, innovando con saques-dejada (muy ruínes) o saques-globo que desconciertan al rival y les dan la ventaja. Es en este set cuando llega otro punto de inflexión. Con 4-1 para el Renault, un saque de Jesús entra supuestamente, así lo ven todos... menos Jesús, que coge la bola con la mano. El reglamento es claro: punto perdido; pero es un amistoso y se decide repetir el punto (un let), por tanto dos saques. Jesús, en un gesto deportivo decide fallar a propósito su primer saque, pero Javier no entiende que al repetir se tienen dos saques y cree el punto ganado. Al explicarle lo que pasa se pone hecho un basilisco y empieza a protestar todo en cada momento del partido. Su actitud recuerda un poco a la de Fernando Alonso "El Autocrítico", también conocido como Lloronso. Por tanto, si Javier era Lloronso, su fiel escudero en el equipo no podía ser otro que Piquet, Albertinho Piquet.
El cuarto set, entre lloros y protestas, termina provocando la igualdad en el marcador, 2-2 y aguardaba un emocionante quinto set.

"¡Jo! Si se repite sólo hay un saque"

En el quinto set se vio que la mecánica del Renault no funcionaba bien a muchas revoluciones y en cuanto los Martínez apretaron (sobre todo cuando Jesús corría algo más), lograron un break que pudieron mantener hasta el final y llevarse el set y el partido por 6-4. Padre e hijo se abrazaban por una sufrida y dolorida victoria. Yes, we could!
Entre medias, Lloronso protestó una ficticia invasión de Jesús alegando ¡la posición de la sombra! Albertinho Piquet callaba diplomáticamente, aunque veía claramente que el picado del partido (o "piquet") jugaba con él.

Con el partido resuelto y tiempo de sobra se jugó en set bonus. Lloronso intentó en vano devolver los supuestos intentos de pelotazo a su hermano (el Recortador del Pádel, U can't touch me) mientras los puntos caían del lado del rival. 4-1 y a casita que llueve.

Terminado el partido, un ofuscado Javier confundió un Fiat Punto con un Hyundai Getz y abroncaba a su hermano porque no le abría la puerta para subir al coche mientras el resto se descojonaba sonoramente. Su compañero Alberto no le iba a la zaga y consiguió pagar la pista a Jesús cambiando una moneda de 50 céntimos por una de ¡20 duros! (menudo timador). Se ve que hay algunos que no saben perder.

La próxima semana más. Esperemos que todos los jugadores estén en perfecto estado físico para disputar otro emocionante partido.


FICHA

Los Martínez (Jesús(D) - Carmelo(I)) vencen a Renault F1 Team (Javier Lloronso(D) - Albertinho Piquet(I)) por 7-5/1-6/6-1/2-6/6-4 (set "bonus" 4-1)

C.T. Coslada, pista 3

Tarde fresca con varios amagos de lluvia, que perdonó hasta las siete en punto. 12 grados.